Educación en el colegio Sagrado Corazón: priorizar el ser sobre el hacer

En el colegio Sagrado Corazón, ubicado en la Carretera de Castilla, buscan que, a través de la educación se forje la personalidad de sus alumnos y alumnas. Desde los primeros años de Educación Infantil se enfocan en iniciar a los niños y niñas en una variedad de actividades destinadas a estimular su creatividad, sensibilidad y aprendizaje en el marco de diferentes ámbitos. Esto se logra mediante el uso de diversas metodologías y recursos, que abarcan tanto las nuevas tecnologías dentro del aula como fuera de ella.

En Educación Primaria y en Educación Secundaria elevan el nivel de exigencia y a la vez,  el de responsabilidad. En el colegio Sagrado Corazón no descuidan el trabajo en el aula y el estudio, pero los combinan con otras actividades que complementan la formación. “Claro que como centro nos hemos sumado al uso de la tecnología, pero conscientes de que es fundamental guardar un equilibrio combinando la enseñanza tradicional con el uso de dispositivos, monitores interactivos, snappet o el entorno Microsoft como espacio para alumnos y profesores”, destacan desde el colegio. 

La oferta educativa se centra en la formación integral de los alumnos, buscando desarrollar en ellos una identidad singular como miembros del colegio Sagrado Corazón - Mercedarias, y que emana con la opción carismática de la Institución de RR. de la Orden de Ntra. Sra. de la Merced.

“La pastoral en nuestro colegio vertebra muchas actividades que buscan llevarnos a vivir la  fe y el compromiso con los demás. En los oratorios se nos invita al encuentro con nosotros  mismos y con Jesús. Las campañas solidarias nos impulsan a ese compromiso. Las fiestas  del colegio nos hermanan con nuestros otros centros en distintos lugares de España -puesto  que bebemos de la misma esencia y tenemos un proyecto común- y también nos unen con  las familias, quienes participan de estos momentos festivos con nosotros”, añaden desde el colegio Sagrado Corazón. 

Como claustro sueñan con alumnos y alumnas felices, con personas que dan lo mejor de sí mismas desde una visión positiva de la vida. “Queremos que sean libres, capaces de tomar decisiones sin sentirse condicionados por la sociedad, y que su ejemplo ayude también a otros. Queremos alumnos y alumnas cristianos, que sean conocedores del mensaje del Evangelio y que hagan vida a ese mensaje. Personas comprometidas que luchen por una sociedad más justa y pacífica. Que sean personas críticas y con capacidad para reflexionar y para formar una opinión personal, alejándolos de la manipulación. Alumnos  y alumnas solidarios, sensibles a las necesidades, misericordiosos, y que compartan con los demás. Queremos que nuestros alumnos y alumnas sean empáticos, que sepan ponerse en el lugar del otro y que sean capaces de implicarse. Alumnos y alumnas emocionalmente inteligentes, que sepan gestionar sus propias emociones y que repercutan en el bien de los otros. Y además, queremos alumnado preparado y competente, que sea capaz de afrontar y resolver de manera eficaz las diferentes situaciones que se le presentan en la vida”, destacan. 

El desempeño del colegio se orienta hacia estos objetivos porque creen firmemente que la acción es crucial, pero debe estar orientada en el SER. “Ser esos alumnos y alumnas  mercedarios, con una seña de identidad que transciende las paredes de nuestro colegio”, concluyen.